Si eres directivo, seguro que tendrás que lidiar con la gestión de RRHH todos los días. Pues bien, la gestión de personal no es en absoluto una tarea sencilla: es una gran responsabilidad, que requiere unas competencias sumamente específicas.

Es fácil cometer errores importantes en la gestión del día a día de las personas que trabajan contigo, sobre todo porque, muy a menudo, la formación que se da a los directivos en este campo es realmente irregular. La Universidad no te forma para gestionar personas, mientras que esta habilidad es la base del liderazgo de un gestor de empresas.

Los gerentes exitosos aprecian a las personas, reconocen su trabajo y siempre saben valorar cada recurso dentro de un equipo. Sí, sabemos muy bien que esta es una tarea difícil: no es fácil reconocer el potencial de cada empleado y darle el espacio adecuado para que se exprese al máximo dentro de un equipo, si no se cuenta con una formación específica al respecto.

Errores que no se deben cometer para una gestión de personal realmente eficaz

El trabajo del gerente está lleno de facetas: cada día te enfrentas a un nuevo desafío que enfrentar, una nueva meta que alcanzar, un nuevo éxito que celebrar. En este contexto, tu equipo representa el pasaporte a tu éxito: por eso, aprender a coordinar los recursos humanos debe ser una prioridad para ti.

Error # 1 - Falta de confianza

Uno de los errores más comunes en la gestión de RRHH es la falta de confianza en tu equipo. Todo directivo debe partir de una posición de máxima confianza hacia un empleado y este enfoque no debe cambiar, al menos mientras la persona en cuestión lo amerite.

Entendemos perfectamente que su trabajo implica responsabilidades, que están estrechamente relacionadas con los resultados a lograr: el estrés a menudo corre el riesgo de tomar el control, haciéndonos extremadamente vulnerables. Trabajando bajo presión, es fácil cometer algunos errores, negando la confianza ciega a un colaborador. Cuando los gerentes no confían en las personas y no las dejan trabajar, es probable que el impacto sea catastrófico para todo el equipo.

¿QUÉ HACER? Comprométete a ser asertivo y confía en tus empleados. Hazles sentir que viven en un ambiente seguro, donde pueden cometer errores, porque es parte del proceso de crecimiento. No actúes como un jefe, pero muéstrate como un líder animando a las personas a dar lo mejor de sí.

Error # 2 - Falta de escucha

Otro error típico que cometen quienes quieren trabajar con recursos humanos es no escuchar las opiniones y necesidades de los colaboradores. La escucha activa es una habilidad gerencial crítica: para ser un buen gerente, primero deberá comprender que el intercambio representa un valor agregado para su empresa y, luego, deberá comprender cómo practicarlo de manera efectiva.

¿QUÉ HACER? Facilitar el proceso de escucha. Los gerentes exitosos siempre escuchan las opiniones del equipo para tomar sus decisiones. Este es el corazón de una correcta gestión de los recursos humanos: el empoderamiento de los empleados es sinónimo del crecimiento de una empresa. Anímalo con una lluvia de ideas en grupo antes de tomar cualquier decisión.

Error # 3 - Falta de claridad

Uno de los principios más importantes de la gestión de recursos humanos es: ofrecer claridad si la quieres a cambio. ¿Qué significa eso? Significa que si ofrece entradas confusas a sus colaboradores, solo puede esperar resultados igualmente confusos. Aprender a comunicarte mejor con tu equipo es esencial si quieres crecer como gerente. Tener claro los objetivos a alcanzar, las tareas a realizar y las responsabilidades de cada uno es fundamental para realizar un trabajo de calidad.

¿QUÉ HACER? Deja claro los deberes y responsabilidades de cada miembro de tu equipo. Anótelos y distribúyalos a su equipo: todos deben saber quién está a cargo de qué, para no correr el riesgo de malentendidos. Proporcione siempre objetivos claros y medibles (por cierto, lea nuestra guía sobre objetivos SMART para aprender cómo hacerlo).

Error #4 - Evitar abordar conflictos en el equipo

Los conflictos dentro de un equipo son (casi) inevitables, al menos una vez. No hay organización y gestión de recursos humanos sin gestión de conflictos. Cuando hay un conflicto en curso, es un error común pensar que se resuelve espontáneamente, tardando un tiempo en pasar. Nada podría estar más mal: ese conflicto nunca resuelto solo empeorará y se convertirá en una bomba a punto de estallar.

¿QUÉ HACER? Toma el asunto en tus propias manos. Escuche las necesidades, los miedos y las solicitudes de su equipo. No señale con el dedo y no emita juicios: colóquese en una posición de máxima comprensión y apertura. Deje que las personas se enfrenten entre sí abiertamente e intercambien sus preocupaciones. Cualquier conflicto debe ser aclarado, siempre.