En un entorno financiero globalizado, los empresarios y tomadores de decisiones deben estar atentos a cualquier señal de riesgo reputacional y regulatorio. Hoy, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos anunció sanciones administrativas y civiles contra dos bancos mexicanos y una casa de bolsa, al alegar presuntos vínculos con el lavado de dinero y organizaciones delictivas.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), recibió la notificación por parte del gobierno estadounidense. Sin embargo, no se entregaron pruebas contundentes que demuestren actividades ilícitas.
Lo único documentado fueron operaciones electrónicas con empresas chinas legalmente constituidas, las cuales forman parte de un flujo comercial ordinario entre México y China, que asciende a más de 139 mil millones de dólares anuales.
• La CNBV revisó las operaciones de las instituciones señaladas.
• Se identificaron fallas administrativas, ya sancionadas con multas por 134 millones de pesos, sin hallarse evidencia de delitos graves.
• La SHCP reitera su compromiso con la transparencia y el Estado de derecho, y aclara que de existir evidencia real de delitos, se procederá con firmeza.
__1. Revisión de relaciones bancarias:__ Si mantienes cuentas o inversiones en instituciones financieras sujetas a investigación, revisa los riesgos reputacionales y de cumplimiento.
__2. Fortalece tu compliance:__ Evalúa tu propio sistema de prevención de lavado de dinero y asegúrate de cumplir con las obligaciones del artículo 17 de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI).
__3. Diligencia con socios internacionales:__ Las transacciones con empresas extranjeras, aunque legales, deben estar plenamente documentadas y justificadas para evitar suspicacias o alertas internacionales.
__4. Monitorea alertas regulatorias:__ Una buena práctica es seguir boletines de la CNBV, UIF y el SAT para anticipar riesgos.
Este caso evidencia la creciente fiscalización internacional sobre flujos financieros. Para los empresarios, esto no debe ser motivo de alarma, sino de preparación. Una empresa sólida no solo se enfoca en su rentabilidad, sino también en su estructura de cumplimiento, transparencia y gestión de riesgos.