La manera de trabajar ha sufrido una metamorfosis sin precedentes en los últimos años, y México no ha sido la excepción. La emergencia sanitaria global que desató la pandemia de COVID-19 ha llevado a un cambio trascendental en las dinámicas laborales, abriendo paso a una era en la que el teletrabajo se ha convertido en una pieza clave del engranaje productivo.
Este cambio no solo responde a una adaptación circunstancial, sino que ha provocado una revisión profunda de las condiciones laborales bajo las cuales se desempeña el trabajo a distancia. Con el fin de garantizar la seguridad y la salud de los empleados que trabajan desde casa, México se prepara para un hito regulatorio con la entrada en vigor de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 37 sobre el teletrabajo.
Publicada oficialmente por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) el pasado 8 de junio de 2023, la NOM-037-STPS-2023, que entrará en acción a partir de diciembre, supone un compromiso con la prevención de accidentes y enfermedades, así como con la promoción de un ambiente laboral seguro y saludable en el contexto del teletrabajo, un tema que hasta ahora había estado en una suerte de limbo legal y práctico.
Este nuevo marco normativo llega como una respuesta al crecimiento del teletrabajo, que según estudios recientes, ha aumentado de forma exponencial. La STPS indica que la NOM será aplicable a todos los centros de trabajo que tengan personal laborando más del 40% de su jornada en un domicilio distinto al centro laboral, lo que abarca una considerable proporción de la fuerza laboral en México.
La reforma laboral que respalda esta NOM no solo contempla aspectos físicos del entorno de trabajo, como la obligación de los empleadores de proveer herramientas adecuadas - desde sillas ergonómicas hasta la cobertura de gastos por el uso de servicios e implementos de trabajo - sino que también aborda dimensiones psicosociales del teletrabajo. Entre ellas, destaca el reconocimiento del derecho a la desconexión digital, una medida que busca equilibrar la jornada laboral con el tiempo personal y familiar, marcando límites saludables entre el trabajo y la vida privada.
Un ejemplo destacable de la implementación de políticas similares es el caso de Francia, que desde 2017 cuenta con una ley que otorga a los trabajadores el derecho a desconectarse de dispositivos electrónicos fuera de las horas de trabajo. Este tipo de regulaciones son cruciales en la era digital para preservar la salud mental de los trabajadores y evitar el burnout.
En México, la NOM-037-STPS-2023 también subraya que los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los trabajadores presenciales, incluida la sindicalización y la negociación colectiva. Esto es un reflejo de cómo la ley busca preservar la equidad laboral, independientemente del lugar desde donde se trabaje.
La perspectiva de género es otro aspecto innovador de esta NOM, promoviendo un equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades familiares, algo que podría ser de especial beneficio para las mujeres trabajadoras. Se presta atención a necesidades específicas, como la violencia doméstica y los derechos de las mujeres en periodo de lactancia, garantizando pausas para la alimentación de sus hijos.
En la práctica, esto podría traducirse en historias como la de Ana, una programadora que, gracias a la implementación de la NOM-037-STPS-2023, puede ahora cuidar de su hijo recién nacido mientras continúa desarrollándose profesionalmente desde su hogar en Monterrey. O la de José, quien, tras sufrir una lesión que le impedía desplazarse, ha encontrado en el teletrabajo una manera de seguir contribuyendo a su empresa sin poner en riesgo su recuperación.
La NOM no solo se limita a establecer directrices, sino que también asigna un papel crucial a las Comisiones de Seguridad e Higiene, encargadas de verificar que los ambientes de teletrabajo cumplan con los estándares de seguridad y salud requeridos. Esta normativa representa un avance significativo en la legislación laboral de México