Los líderes mundiales en la cumbre del G7 en Canadá instaron el lunes al presidente estadounidense Donald Trump a retroceder en su guerra comercial, argumentando que representa un riesgo para la estabilidad económica global.
Los gobernantes de siete de las economías más avanzadas del mundo -Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos- llamaron al mandatario estadounidense a revertir sus planes de imponer aranceles más altos en todo el mundo como prevé hacer el mes que viene.
La mayoría de los miembros del G7 ya están sujetos a un arancel generalizado del 10% impuesto por Trump, pero algunos países también están afectados por gravámenes adicionales a los automóviles, al acero y al aluminio.
La cumbre del G7, marcada por el conflicto en Medio Oriente, y en la que el anfitrión, Canadá, trató de evitar provocar la ira de Trump, fue una oportunidad para que los líderes se sentaran uno a uno con el mandatario republicano para tratar de lograr acuerdos que eliminen lo peor de la amenaza arancelaria.
En sesiones oficiales, el tema también estuvo sobre la mesa. "Varios participantes pidieron terminar con la disputa por los aranceles lo antes posible", dijo a periodistas un alto funcionario alemán bajo condición de anonimato.
Según dijeron, la disputa debilita las economías del G7 y que "al final solo fortalecerá a China", añadió el funcionario.
Trump aprovechó la reunión para firmar oficialmente un acuerdo ya anunciado en mayo con Reino Unido, el primer país en asegurar un pacto comercial con Estados Unidos para evitar los aranceles.
"Me gustan. Son la mejor protección", dijo Trump sobre los gravámenes, después de una reunión con el primer ministro británico Keir Starmer al margen del G7.
En conferencia de prensa, Trump abrió una carpeta para mostrar el acuerdo firmado y los documentos se esparcieron por el suelo.
"Ups, lo siento", exclamó mientras Starmer se apresuraba a recoger las hojas sueltas.
La actividad económica de México se ha enfriado en los últimos meses, sin embargo, la recaudación de impuestos parece ignorar este indicador, pues el fisco obtuvo 8.8% más ingresos por este concepto entre enero y mayo pasados.
Los ingresos tributarios superan los 2.411 billones de pesos, monto superior en 8.8% a lo observado en el mismo periodo del año anterior, detalló el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en un comunicado este lunes.
La dependencia informó que en el periodo de referencia, la recaudación de ISR fue de 1.371 billones de pesos, que significa un aumento de 8%.
Por su parte, por IVA, el SAT obtuvo 653,542 millones de pesos, es decir, 12.5% más que el mismo periodo del año pasado.
La recaudación del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) alcanzó 268,447 mdp, que son un aumento de 7,130 mdp.
El monto total de recaudación tributaria supera lo programado en el periodo por la Ley de Ingresos de la Federación 2025, con un cumplimiento de 103.5%. El SAT agregó que continúa con la consolidación del Plan Maestro 2025 al garantizar las condiciones para el pago proporcional y equitativo de las contribuciones, además de sumar esfuerzos para fortalecer el crecimiento económico en beneficio de las familias mexicanas.
Para este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) proyecta un crecimiento de 1.5 a 2.3% para el PIB, del cual su estimación puntual es 1.9%, no obstante, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) estima que la economía crezca apenas 0.4%, lo que representa 1.5 puntos porcentuales menos a lo proyectado.
La diferencia entre la previsión del PIB de Hacienda con la OCDE implicará un hoyo en los ingresos calculado en 76,350 mdp, recursos que de no obtenerse afectarán el gasto público.
Durante un cuarto de siglo, Renault y Nissan compartieron un destino común. La alianza firmada en 1999 entre la francesa y la japonesa fue, en su momento, una fórmula visionaria: Renault rescataba a una Nissan sumida en crisis, y a cambio ganaba acceso a Asia. Pero los tiempos han cambiado. Y mientras Nissan busca sobrevivir, Renault parece se despide de uno de sus artífices del renacimiento: Luca de Meo.
La automotriz francesa confirmó este domingo la salida de su CEO, quien dejará el cargo en julio para asumir un nuevo reto profesional fuera del sector. Aunque Renault no reveló su próximo destino, el diario Le Figaro adelantó que De Meo será el nuevo director general del grupo de lujo Kering, propietario de marcas como Gucci, Yves Saint Laurent y Balenciaga.
La partida de De Meo marca el fin de un ciclo que comenzó en uno de los momentos más oscuros para Renault. Proveniente del Grupo Volkswagen, el ejecutivo italiano asumió el timón de la compañía en 2020, cuando la pandemia había hundido las ventas y generado pérdidas históricas. Cinco años después, deja una empresa transformada, con finanzas saneadas y una nueva visión estratégica.
“Creo que Renault Group se encuentra en la ‘liga de campeones’, especialmente en lo que respecta a los grandes desafíos que enfrenta la industria, como la descarbonización, los vehículos eléctricos y el software”, dijo De Meo en octubre pasado.
La base de esa transformación fue el plan Renaulution, estructurado en tres fases: Resurrección, Renovación y Revolución. La primera etapa (2021-2023) permitió a la firma volver a la rentabilidad tras perder 8,046 millones de euros en 2020. En 2023, el grupo reportó un ingreso neto de 2,315 millones de euros. Para 2024, previó un margen operativo de al menos 7.5% y un flujo de caja libre superior a 2,500 millones de euros.
Bajo el liderazgo de De Meo, Renault priorizó la electrificación, la eficiencia operativa y las alianzas estratégicas fuera de Europa. En vez de aferrarse a una alianza desgastada con Nissan, la automotriz francesa tejió nuevos lazos en China, Arabia Saudí y Estados Unidos.
“Nuestro objetivo es posicionarnos como líderes globales en software para vehículos eléctricos y afrontar el desafío que representan nuestros competidores, tanto de Occidente como de Oriente, con la intención de superarlos”, afirmó el ejecutivo en el pasado Salón del Automóvil de París.
Las cifras respaldan esa ambición. En 2024, Renault Group aumentó sus ventas globales 1.3%, alcanzando 2,264,815 unidades. Todas sus marcas crecieron: Renault vendió 1,577,351 vehículos (+1.8%), Dacia 676,340 (+2.7%) y Alpine 4,585 (+5.9%).
En mercados clave fuera de Europa, como Brasil y Corea del Sur, la firma también registró avances notables, con crecimientos del 10% y 80.6%, respectivamente. Modelos como el Kardian y el Grand Koleos, desarrollados sobre la nueva plataforma Renault Group Modular (RGMP), fueron clave en ese desempeño.
La estrategia también incluye la diversificación tecnológica. Renault apostó por siete nuevos modelos electrificados para 2025, incluyendo el Renault 4 E-Tech, el Dacia Bigster y el Alpine A390, además de un sistema híbrido-hidrógeno, el Ampère, con hasta 1,000 km de autonomía.
“Creo que es ahora la mejor línea de productos que ha tenido la compañía en los últimos 30 años”, declaró De Meo. “Para mí, está claro que los vehículos eléctricos serán una parte fundamental del futuro, aunque, como siempre hemos sostenido, no serán la única solución”.
La relación entre las empresas de Inteligencia Artificial y los organismos de defensa militar cada vez es más cercana. El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció un contrato de 200 millones de dólares con OpenAI para proporcionar herramientas de IA y ciberdefensa.
Bajo este contrato, OpenAI se encargará de desarrollar “prototipos de capacidades de IA de vanguardia para abordar desafíos críticos de seguridad nacional, tanto en el ámbito bélico como en el empresarial”.
Esta es la primera vez en que la startup obtiene un contrato con el Departamento de Defensa, lo que demuestra la relevancia que tiene en el mundo de la tecnología, pero también genera preocupación por los posibles usos riesgosos que pueden surgir de esta asociación.
La empresa afirma que su tecnología se empleará para optimizar la labor de este departamento.
“Puede transformar sus operaciones administrativas, desde mejorar la forma en que los miembros del servicio y sus familias obtienen atención médica, hasta agilizar la manera en que miran los datos de programas y adquisiciones y respaldar la ciberdefensa proactiva”, precisó la firma.
Según las políticas de uso de la compañía, está prohibido que sus servicios se utilicen para desarrollar o usar armas y causar lesiones a terceros o también para destruir algún tipo de propiedad. Sin embargo, es importante destacar que estas políticas cambiaron el año pasado para eliminar cualquier prohibición de usos con fines militares y bélicos.
Cabe resaltar que si bien este es el primer contrato con el Departamento de Defensa, no es la primera colaboración entre la firma y el ejército, pues en diciembre pasado integró su software en los sistemas antidrones de la empresa Anduril Industries.
Asimismo, la empresa afirma que este es el primer acuerdo de una nueva iniciativa llamada OpenAI para el Gobierno, que incluye el producto ChatGPT Gov, y brindará a organismos gubernamentales de EU acceso a modelos de IA personalizados para la seguridad nacional.
Hace unas semanas, Anthropic anunció Claude Gov, una versión especializada de su modelo de lenguaje Claude, desarrollada específicamente para agencias de seguridad nacional de Estados Unidos.
“Estos modelos ya están implementados por agencias del más alto nivel de seguridad nacional de EU y el acceso a ellos está limitado a quienes operan dichos entornos clasificados”, refirió Thiyagu Ramasamy, jefe del sector público en Anthropic, en una publicación en su sitio oficial.
Anthropic detalló que los modelos Claude Gov se crearon con base en la retroalimentación directa de sus clientes gubernamentales para abordar las necesidades operativas “del mundo real”.
Pero este no es el único caso que acerca a las empresas de tecnología y a la milicia. En febrero, Google retiró sus compromisos de no usar la IA en formas que “causen o puedan causar daño general”.
Meta, por otra parte, comenzó a permitir que el gobierno estadounidense utilice su modelo Llama para “aplicaciones de seguridad nacional” desde el año pasado, mientras que Microsoft se asoció con la Agencia de Sistemas de Información de Defensa de EU para proveer el servicio Azure OpenAI, donde se resguarda información clasificada.