¿Qué es la amebiasis y cómo se puede tratar?

En las regiones tropicales, suelen aparecer infecciones gastrointestinales por múltiples factores y nadie está exento de padecerlas.

La amebiasis es una de ellas, el contagio se sucede con mucha frecuencia y prevenirla es un gran logro, entérate cómo hacerlo leyendo este artículo, donde comentaremos todo acerca de este padecimiento tropical.

Qué es la amebiasis

Esta infección intestinal muy común en países tropicales, producida por el parásito Entamoeba histolytica es conocida por diversas denominaciones entre otras, amebiasis, amebosis, amibiasis o entamoebosis

Se puede contagiar por la ingesta de alimentos o agua contaminados con este parásito en fase primaria de desarrollo y de forma personal por contacto humano.

Habitualmente se ubica en el intestino grueso donde se enquista y se manifiesta mediante ulceraciones en las paredes del mismo y se desarrolla este padecimiento en regiones tropicales con salubridad deficiente.

Tipos de amebiasis

Se pueden identificar cuatro variaciones de esta dolencia, entre ellas, la amebiasis intestinal crónica, tiene la particularidad que puede prolongarse por mucho tiempo.

Y si no se trata puede degenerar en la muerte, se manifiesta por dolores abdominales agudos, constipación, combinados con episodios de diarreas.

La amebiasis intestinal aguda, es mucho más grave su ocurrencia, se presenta con diarreas agudas, con presencia de mucosidades y sangramiento, puede llegar a la deshidratación corporal si no se atiende a tiempo.

La conocida como colon amebiano tóxico, es parte de una complicación peligrosa, pues los parásitos perforan el intestino y puede presentarse una inflamación del peritoneo muy severa.

Y se manifiesta con estado febriles, fatiga y sangramiento.

Cuando las amebas se esparcen por otros órganos, se le conoce como amebiasis diseminada y uno de los órganos afectados es el hígado, donde se manifiestan ulceraciones.

Sintomatología

Es un padecimiento casi asintomático y se manifiesta con deposiciones frecuentes, cuando ocurren más de cinco deposiciones diarias, es conveniente tomarlo como un caso.

Estas deposiciones pueden ir acompañadas de mucosidades y sangre, también suelen presentarse espasmos abdominales, excesiva flatulencia, pérdida de peso involuntaria, fatiga.

Signos preocupantes de la aparición de esta enfermedad es la presencia de sangre en las heces en forma continuada, dolor en el recto para evacuar, hipersensibilidad abdominal, vómitos y estados febriles.

Con el tiempo el paciente puede presentar deshidratación y hasta anemia, estos síntomas pueden persistir si no hay tratamiento rápido.

La peor situación que se presenta, es que los parásitos se diseminen por otros órganos y pueden llegar hasta el cerebro, tomando sitio, la posibilidad de la muerte inminente, luego de un cuadro de desnutrición agravada.

Diagnóstico

Esta enfermedad se diagnostica a partir de un examen de laboratorio, aparecen manifestaciones en las heces y se confirma con un análisis sanguíneo.

Se debe realizar una entrevista al paciente para determinar las zonas de posibles contagios por viajes.

Por otra parte, los exámenes de las heces, deben ser en series, para hacerle un seguimiento riguroso a la desaparición de los protozoarios de las heces.

Es conveniente realizar cultivos para determinar el tipo de medicamento a prescribir.

Es posible que se deban realizar exploraciones con imágenes para revisar la posibilidad de la presencia de parásitos en otros órganos.

Tratamiento

Luego de determinar la presencia de los protozoarios indicadores de amebiasis, se debe prescribir el tratamiento adecuado, que consiste en un eliminador de las amebas.

Durante diez días se debe consumir un antibiótico del tipo metronidazol, este medicamento inhibe la formación de nuevos protozoos, lo que permite la eliminación del elemento principal de amebiasis. La aplicación de este antibiótico se debe realizar vía intravenosa si hay presencia de vómito; en caso contrario puede ser por vía oral.

Prevención

La amebiasis se desarrolla en regiones con un pobre saneamiento ambiental y sobre todo ocurre en las zonas tropicales, por la rápida descomposición de los alimentos.

Los quistes sobreviven en estos ambientes cálidos durante meses. Por lo que se recomienda tomar agua potable o previamente hervida o agua embotellada proveniente de otras regiones.

Estas deben estar sometidas a pruebas de pureza para cumplir con las normas de bioseguridad.

Asimismo, es conveniente realizar un levantamiento informacional para establecer políticas públicas de salud y saneamiento.

Los factores de riesgo

El riesgo de contraer este padecimiento es bastante alto, con el solo hecho de ingerir agua contaminada sin saberlo, puede contagiarse. Por ello es conveniente la ingesta de alimentos en estado saludable, sanos, utilizar los mecanismos de bioseguridad para el tratamiento de las comidas y realizar las necesidades fisiológicas en los sitios adecuados para tal fin.

Además de promover el sexo seguro, pues se ha considerado una enfermedad de transmisión sexual, por la práctica del sexo anal. Nadie está exento de padecer esta enfermedad, mantener los protocolos de seguridad es lo mejor.